1. Elaborar el curriculum con una estructura lógica y ordenada. Lo primero, incluir los datos personales y de contacto. A continuación, la formación y la experiencia profesional, empezando por el más reciente y terminando con el más antiguo. También hay que incluir idiomas y conocimientos informáticos. Y no olvidar virtudes y valores que puedes aportar a la empresa.
2. Cuidar el lenguaje técnico. Hay que se preciso y evitar expresiones recargadas, así como asegurarse de que las palabras técnicas están bien utilizadas. Si se incluyen siglas, hay que explicarlas.
3. Ojo con la ortografía. Puede parecer obvio, pero hay que pretar atención a estos errores, o parecerá que somos descuidados.
4. Evitar la redacción pretenciosa. Puede hacer que nuestro curriculum sea poco creíble.
5. No “engordar” el curriculum. Añadir información irrelevante pensando que un curriculum más largo es mejor puede tener el efecto contrario. Lo mejor es ser honesto y sincero, ya que si al final se llega a la entrevista, habrá que dar detalles al seleccionador.
6. Eliminar información obsoleta, reciclando el curriculum.
7. Evitar los curriculums interminables. Lo mejor es que no pasen de una o dos páginas o se abrumará y aburrirá al seleccionador.
8. Dar calidad a la presentaciópn. Detalles como el papel utilizado y la tipografía utilizada, pueden dar un aire más atractivo al curriculum.
9. Añadir una foto. No es imprescindible, pero sí recomendable.
10. Tener en cuenta los pequeños detalles, como el tipo de letra y su tamaño, no recargar con negritas y cursivas y no incluir colores y otros elementos que lo hagan parecer “bonito”.